Reconozco que hasta no hace mucho, no había leído nada sobre educación; es decir, mis pocas lecturas no habían sido más que el fruto de esas asignaturas en las que te obligan a leer para hacer un resumen, con lo que mi lectura era rápida y superficial. Nunca me ha gustado que me obligaran a hacer nada. Sin embargo, ahora con la madurez que da la edad, me encuentro estudiando, leyendo y sobretodo reflexionando sobre educación.
No puedo dejar de pensar en esas grandes personas que he conocido y que ya no están con nosotros y otras que aún siguen vivas, personas cuya formación aunque centrada en un campo eran versadas en todos, lo mismo podías hablar de matemáticas que de literatura, hablaban como mínimo 2 idiomas y eran capaces de recordar obras de teatro o poesías que habían aprendido de niños y recitártelas sin equivocarse en una sola palabra. Y esto me lleva a pensar, ¿su educación era mejor? ¿su inteligencia era superior? Pues bien, no creo que su educación como tal fuera mejor, pero si esta claro que su educación era global y no centrada en la formación de trabajadores que sólo saben de aquel trabajo que les toca desempeñar. Esta claro que nuestra sociedad esta basada en la economía y para ello es fundamental trabajadores cualificados, pero debemos de tener en cuenta que la tecnología avanza rápidamente y los trabajadores deben a moldarse a los cambios, ¿qué ocurre cuando tenemos un superespecialista en la tecla de Windows de los ordenadores? Pues sucede que cuando el sistema operativo no es Windows y pasa a ser Doors se queda sin trabajo y sin posibilidad de reciclarse porque no tiene la formación básica para poder acceder a los nuevos estudios.
Por lo tanto no queda más remedio que centrarnos en las cosas positivas que tenían los antiguos sistemas educativos y fijarnos en los avances de los nuevos sistemas, para poder formar un sistema educativo que potencie el crecimiento de la persona. No todo lo anterior fue peor, hubo muchas cosas en las que podíamos fijarnos y aprender, pero parece imposible que ningún gobierno sea capaz de admitir las cosas buenas que hicieron otros antes y necesitan cambiar sus leyes de educación como medio para autoafirmar su poder, sin importarles que los perjudicados son siempre los más débiles; es decir, los niños y futuros hombres que sustenten nuestras sociedades.
Voy a terminar con una frase de Heráclito “ethos anthropos daimon” que podemos traducir como la casa del ser humano es el espíritu o como nuestro actos son nuestra morada, en definitiva mi educación y mis actos forjan mi personalidad.